miércoles, 1 de agosto de 2012

realidad universitaria


REALIDAD UNIVERSITARIA EN EL PERÚ Y EN CAJAMARCA

La EDUCACIÓN es la base para el desarrollo de la sociedad, durante la historia unas sociedades se han desarrollado más que otras llevando la ventaja de formar grandes intelectuales, que hicieron de su país grandes potencias que hoy influyen en el dominio de los países subdesarrollados.
  Frente a este hecho el estado y nuestros gobernantes poco o nada hacen al respecto por lo que nosotros debemos asumir la tarea de cambiar esta realidad educativa.
  La realidad de la universidad peruana, será siempre motivo de profundas reflexiones y análisis de la situación de crisis, abandono, de aislamiento de nuestras autoridades; así como de equivocadas políticas que aplican los gobiernos, que han pasado durante las últimas décadas; así como también el  gobierno actual que simplemente se conforma con lo ya establecido; pero debemos forjar que nuestra universidad genere y difunda conocimiento no sólo a través de actividades lectivas, sino también mediante sus tareas de investigación científica , proyección y extensión universitarias. Para que haya una verdadera transformación educativa y política, se necesita construir una ideología que debe nacer desde nuestros principios, preguntándonos qué fuimos, que somos o qué estamos siendo y que debemos ser.
  Para que termine esta realidad se requieren profesionales comprometidos con el cambio social. Las decisiones tomadas sobre el sistema universitario, incluidos innumerables procesos de reorganización académico-administrativa, han sido más intuitivas que otra cosa en la intención de aplicar conceptos de carácter económico y financiero al mundo del conocimiento y de la cultura, del que forma parte la universidad. El Estado Peruano ha sido siempre incapaz de generar políticas explícitas respecto a la universidad y su papel en el desarrollo nacional. Políticas en las que deberían participar, y buscar consensos, los actores obligados llámense Gobierno, Congreso, clase política, intelectuales, medios de comunicación, empresa privada, etc. El papel de la universidad al interior del tejido social, económico y político del país, ha sido abandonado hace mucho tiempo. Pero lo que es más grave, es el reconocimiento de derrota del parte del sistema universitario que pareciera no reaccionar a la indiferencia del Gobierno y la sociedad. La institución universitaria, entre nosotros, se debate en una crisis académica y moral que debe convocar a los responsables. Creer que la proliferación irracional de universidades privadas es muestra de avance cultural es creer que a más médicos más salud y a más abogados más justicia. Esa proliferación ha confundido el sistema universitario, lo cual dificulta la calificación de calidad. Por ello requerimos volver a plantearnos el concepto de universidad, los cambios políticos y sociales lo exigen, ya que la propia evolución de las instituciones ha hecho aparecer categorías de entidades que asumen funciones que pertenecen tradicionalmente a la universidad. Particularmente las universidades públicas, sobre las que se debería abrir un debate nacional, mantienen una relación de dependencia perversa con el Estado. Este influye en sus leyes, sus estatutos, sus autoridades, sus recursos y hasta se anima a suprimir programas como el caso de las facultades de educación. La creación exagerada de universidades privadas, ha establecido una diferenciación entre el sistema universitario público y privado. El estatal aumenta sin control, sin investigación científica, al servicio de quienes tienen bajos ingresos y con cuestionable calidad de la oferta educacional. Todo esto es consecuencia de un sistema abandonado a su suerte. La presión del mercado incrementa carreras y matrículas sin control adecuado, en perjuicio de la universidad estatal a la que se trata de sacar de la competencia, y a favor de la privada en su mayor parte de calidad discutible. La intención de la propuesta legislativa busca, seguramente, rescatar a la universidad y recuperarle su espacio de actividad intelectual. Por ello, no basta detener la creación de nuevas universidades sino empezar la calificación académica de las existentes y terminar con el engaño y las falsas esperanzas de las que son víctimas miles de jóvenes peruanos. Al reflexionar sobre el futuro de la universidad peruana, necesariamente tenemos que especular acerca del futuro de otra universidad peruana, la misma que tenemos que crear a partir de la realidad antes esbozada. Las realidades universitarias peruanas se caracterizan, en la actualidad, por ser realidades que actúan cada una por su cuenta. La Universidad nacional de Cajamarca en nuestra actualidad se sitúa en el puesto número 9111 a nivel mundial y en el puesto número 22 a nivel  nacional; lo que da muestra de que la Universidad Nacional de Cajamarca no está dando resultados de manera eficiente; esto se debe a que no hay autoridades que se involucren  de manera consiente y responsablemente con una educación orientada a el desarrollo humano, el bienestar universitario y el cuidado del medio ambiente; así como también a brindar una educación con excelencia académica, que fomente un espíritu emprendedor y nos permita competir con éxito en un mundo sin fronteras y que sea capaz de generar cambios y progreso de nuestro país; además existe un desinterés político universitario lo que nos hace pensar que  nuestra educación está  como está por el manejo nefasto de nuestras autoridades universitarias , no nos damos cuenta que también nosotros, mostrándonos ajenos a temas de gobierno universitario, formamos parte de la corrupción y mal manejo que éste realiza; nuestras autoridades universitarias por su parte hacen lo suyo, pero sus supuestos trabajos no es para un beneficio estudiantil, si no para sí. Autoridades que no tienen espíritu  de  desarrollo para nuestra universidad, la concepción de desarrollo universitario para ellos tiene otro significado que definitivamente es equivocado.
 Así como también los diferentes partidos estudiantiles hacen mérito para conseguir partidarios, simplemente buscan beneficios personales sin dar importancia a la población estudiantil en su conjunto lo que no sucede con las mejores universidades del mundo; además es indignante ver como los aspirantes al gobierno universitario con cúmulo de irregularidades en gestiones anteriores. Por lo tanto, son estos también que contribuyen para que nuestra casa de estudios camine de mal en peor ya que su interés no es pro estudiantil, sino propio. Por otra parte el estado no cumple la función no es precisamente mejorar nuestra educación universitaria, sino que sigue un lineamiento paulatino de privatizarla. En síntesis existen diferentes factores que declinan nuestra educación universitaria. El desinterés estudiantil por el desarrollo de nuestra Alma Mater, nuestras autoridades universitarias que la gobiernan, que dicen “trabajar en beneficio del estudiante”, sin embargo su trabajo es en beneficio propio; el estado que se muestra indiferente respecto a esta problemática, si estos factores actuaran a favor del desarrollo universitario, nuestras universidades harían honor a su nombre, ya que no es sólo problemática de nuestra región; sino es un problema de realidad nacional.
  También debemos tomar conciencia de los problemas ambientales que desde mucho tiempo atrás viene viviendo nuestra ciudad de Cajamarca, ante todo esto la Universidad Nacional de Cajamarca no solamente debe estar presente en movilizaciones, que sin duda  es una manera de mostrar nuestro apoyo al pueblo; que como ciudadanos debemos tomar conciencia de las consecuencias que nos pueden costar la tranquilidad y el bienestar de nuestro futuro y   de las generaciones futuras; del mismo modo la universidad debe proponer  alternativas de solución y ser evaluadas de manera que se llegue a un acuerdo que sea satisfactorio a la población.
   Nuestra universidad debe forjar una cultura emprendedora que ayude de la mejor manera a nuestra sociedad; de tal forma que se llegue a dejar una buena imagen de nuestra institución y de esa manera nos consolidemos como una universidad dedicada al bienestar estudiantil y porque nuestro país sigue adelante y salga del atraso que actualmente vive nuestro país en la actualidad; y no seamos un país subdesarrollado.
  Para lo cual debe haber una organización tanto con las autoridades de nuestra universidad, estudiantes para que haya los mejores resultados posibles.

¡QUE VIVA LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE CAJAMARCA!






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