REALIDAD UNIVERSITARIA EN EL PERÚ Y EN CAJAMARCA
La EDUCACIÓN es la base para el desarrollo de la sociedad, durante
la historia unas sociedades se han desarrollado más que otras llevando la
ventaja de formar grandes intelectuales, que hicieron de su país grandes
potencias que hoy influyen en el dominio de los países subdesarrollados.
Frente a este hecho el estado y nuestros
gobernantes poco o nada hacen al respecto por lo que nosotros debemos asumir la
tarea de cambiar esta realidad educativa.
La realidad de la universidad peruana, será
siempre motivo de profundas reflexiones y análisis de la situación de crisis,
abandono, de aislamiento de nuestras autoridades; así como de equivocadas
políticas que aplican los gobiernos, que han pasado durante las últimas décadas;
así como también el gobierno actual que
simplemente se conforma con lo ya establecido; pero debemos forjar que nuestra
universidad genere y difunda conocimiento no sólo a través de actividades
lectivas, sino también mediante sus tareas de investigación científica ,
proyección y extensión universitarias. Para que haya una verdadera
transformación educativa y política, se necesita construir una ideología que
debe nacer desde nuestros principios, preguntándonos qué fuimos, que somos o
qué estamos siendo y que debemos ser.
Para que termine esta realidad se requieren profesionales comprometidos
con el cambio social. Las decisiones tomadas sobre el sistema universitario,
incluidos innumerables procesos de reorganización académico-administrativa, han
sido más intuitivas que otra cosa en la intención de aplicar conceptos de
carácter económico y financiero al mundo del conocimiento y de la cultura, del
que forma parte la universidad. El Estado Peruano ha sido siempre incapaz de
generar políticas explícitas respecto a la universidad y su papel en el
desarrollo nacional. Políticas en las que deberían participar, y buscar
consensos, los actores obligados llámense Gobierno, Congreso, clase política,
intelectuales, medios de comunicación, empresa privada, etc. El papel de la
universidad al interior del tejido social, económico y político del país, ha
sido abandonado hace mucho tiempo. Pero lo que es más grave, es el
reconocimiento de derrota del parte del sistema universitario que pareciera no
reaccionar a la indiferencia del Gobierno y la sociedad. La institución
universitaria, entre nosotros, se debate en una crisis académica y moral que
debe convocar a los responsables. Creer que la proliferación irracional de
universidades privadas es muestra de avance cultural es creer que a más médicos
más salud y a más abogados más justicia. Esa proliferación ha confundido el
sistema universitario, lo cual dificulta la calificación de calidad. Por ello
requerimos volver a plantearnos el concepto de universidad, los cambios
políticos y sociales lo exigen, ya que la propia evolución de las instituciones
ha hecho aparecer categorías de entidades que asumen funciones que pertenecen
tradicionalmente a la universidad. Particularmente las universidades públicas,
sobre las que se debería abrir un debate nacional, mantienen una relación de
dependencia perversa con el Estado. Este influye en sus leyes, sus estatutos,
sus autoridades, sus recursos y hasta se anima a suprimir programas como el
caso de las facultades de educación. La creación exagerada de universidades
privadas, ha establecido una diferenciación entre el sistema universitario
público y privado. El estatal aumenta sin control, sin investigación científica,
al servicio de quienes tienen bajos ingresos y con cuestionable calidad de la
oferta educacional. Todo esto es consecuencia de un sistema abandonado a su
suerte. La presión del mercado incrementa carreras y matrículas sin control
adecuado, en perjuicio de la universidad estatal a la que se trata de sacar de
la competencia, y a favor de la privada en su mayor parte de calidad
discutible. La intención de la propuesta legislativa busca, seguramente,
rescatar a la universidad y recuperarle su espacio de actividad intelectual.
Por ello, no basta detener la creación de nuevas universidades sino empezar la
calificación académica de las existentes y terminar con el engaño y las falsas
esperanzas de las que son víctimas miles de jóvenes peruanos. Al reflexionar
sobre el futuro de la universidad peruana, necesariamente tenemos que especular
acerca del futuro de otra universidad peruana, la misma que tenemos que crear a
partir de la realidad antes esbozada. Las realidades universitarias peruanas se
caracterizan, en la actualidad, por ser realidades que actúan cada una por su
cuenta. La Universidad nacional de Cajamarca en nuestra actualidad se sitúa en
el puesto número 9111 a
nivel mundial y en el puesto número 22 a nivel
nacional; lo que da muestra de que la Universidad Nacional de Cajamarca
no está dando resultados de manera eficiente; esto se debe a que no hay
autoridades que se involucren de manera
consiente y responsablemente con una educación orientada a el desarrollo
humano, el bienestar universitario y el cuidado del medio ambiente; así como
también a brindar una educación con excelencia académica, que fomente un
espíritu emprendedor y nos permita competir con éxito en un mundo sin fronteras
y que sea capaz de generar cambios y progreso de nuestro país; además existe un
desinterés político universitario lo que nos hace pensar que nuestra educación está como está por el manejo nefasto de nuestras
autoridades universitarias , no nos damos cuenta que también nosotros,
mostrándonos ajenos a temas de gobierno universitario, formamos parte de la
corrupción y mal manejo que éste realiza; nuestras autoridades universitarias
por su parte hacen lo suyo, pero sus supuestos trabajos no es para un beneficio
estudiantil, si no para sí. Autoridades que no tienen espíritu de
desarrollo para nuestra universidad, la concepción de desarrollo
universitario para ellos tiene otro significado que definitivamente es
equivocado.
Así como también
los diferentes partidos estudiantiles hacen mérito para conseguir partidarios,
simplemente buscan beneficios personales sin dar importancia a la población
estudiantil en su conjunto lo que no sucede con las mejores universidades del
mundo; además es indignante ver como los aspirantes al gobierno universitario
con cúmulo de irregularidades en gestiones anteriores. Por lo tanto, son estos
también que contribuyen para que nuestra casa de estudios camine de mal en peor
ya que su interés no es pro estudiantil, sino propio. Por otra parte el estado
no cumple la función no es precisamente mejorar nuestra educación
universitaria, sino que sigue un lineamiento paulatino de privatizarla. En
síntesis existen diferentes factores que declinan nuestra educación universitaria.
El desinterés estudiantil por el desarrollo de nuestra Alma Mater, nuestras
autoridades universitarias que la gobiernan, que dicen “trabajar en beneficio
del estudiante”, sin embargo su trabajo es en beneficio propio; el estado que
se muestra indiferente respecto a esta problemática, si estos factores actuaran
a favor del desarrollo universitario, nuestras universidades harían honor a su
nombre, ya que no es sólo problemática de nuestra región; sino es un problema
de realidad nacional.
También
debemos tomar conciencia de los problemas ambientales que desde mucho tiempo
atrás viene viviendo nuestra ciudad de Cajamarca, ante todo esto la Universidad
Nacional de Cajamarca no solamente debe estar presente en movilizaciones, que
sin duda es una manera de mostrar
nuestro apoyo al pueblo; que como ciudadanos debemos tomar conciencia de las
consecuencias que nos pueden costar la tranquilidad y el bienestar de nuestro
futuro y de las generaciones futuras; del mismo modo la
universidad debe proponer alternativas
de solución y ser evaluadas de manera que se llegue a un acuerdo que sea
satisfactorio a la población.
Nuestra universidad debe forjar una cultura
emprendedora que ayude de la mejor manera a nuestra sociedad; de tal forma que
se llegue a dejar una buena imagen de nuestra institución y de esa manera nos
consolidemos como una universidad dedicada al bienestar estudiantil y porque
nuestro país sigue adelante y salga del atraso que actualmente vive nuestro
país en la actualidad; y no seamos un país subdesarrollado.
Para
lo cual debe haber una organización tanto con las autoridades de nuestra
universidad, estudiantes para que haya los mejores resultados posibles.
¡QUE VIVA LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE
CAJAMARCA!
No hay comentarios:
Publicar un comentario